Los Medicamentos Contra la Tos
Vamos a hablar un poco sobre este incómodo síntoma que no deja ni al niño ni a los padres estar tranquilo y dormir en las noches. La tos es un reflejo que mantiene despejada la garganta y las vías respiratorias. Aunque puede ser molesta, la tos ayuda al cuerpo a curarse o protegerse, así que en la mayoría de los casos no hay una justificación para suprimirla. La tos puede ser aguda o crónica. La tos aguda comienza súbitamente y no suele durar más de 2 o 3 semanas. Los cuadros agudos de tos son los que se adquieren frecuentemente con un resfrío o una gripe. La tos crónica dura más de 2 o 3 semanas, existen muchas causas pero dentro de las más frecuentes están: asma, alergias, exposición al humo del cigarrillo, reflujo gastroesofágico y enfermedades de la garganta (crup en los niños).
En general, se sabe que el agua puede ayudar a mejorar la tos - ya sea que la ingiera o que la agregue al ambiente con un inyector de vapor o un vaporizador. Mantener al niño bien hidratado asegura que el moco esté líquido y que sea más fácil de expulsarlo. Incluso hay estudios que afirman que mantener una hidratación adecuada es el mejor tratamiento contra la tos.
Existe una gran cantidad de medicamentos disponibles en el mercado contra la tos, pero no todos ellos son seguros en niños. Algunos de los tipos (y algunos ejemplos) de medicamentos disponibles contra la tos son:
- Mucolíticos o expectorantes (acetilcisteína, bromexina, ambroxol, guaifenasina) actúan sobre el moco ya formado, provocando fragmentación y ruptura de algunos componentes de las secreciones traqueobronquiales. Aumentan el aclaramiento de moco, favoreciendo la eliminación y expulsión de las vías aéreas. No quitan la tos, por el contrario muchas veces la aumentan al eliminar más secreciones.
- Broncodilatadores (salbutamol, clenbuterol, formoterol, salmeterol): su efecto es sobre el músculo de los bronquios haciendo que se “abran los bronquios.” No tienen efecto directo sobre la tos, pero en algunos casos de niños con asma y alergias ayudan a la mejoría de los síntomas.
- Descongestionantes o antihistamínicos (clorfeniramina, cetirizina, loratadina, desloratadina) actúan contra la histamina que es una sustancia liberada en el cuerpo que produce congestión nasal, aumento del moco y estornudos. No actúan contra la tos, pero sí contra otros síntomas asociados. Algunos tienen como efecto secundario la somnolencia y esto puede ser peligroso sobretodo en los niños pequeños. No mejoran la tos propiamente dicha y deben usarse sólo bajo indicación médica.
- Antitusivos (dextrometorfano y codeína) suprimen el reflejo de la tos. Son de uso restringido y deben ser sólo indicados por el médico.
Se ha hablado mucho sobre los efectos secundarios y los riesgos que tienen los jarabes contra la tos, ya que se venden sin indicación médica y sin receta. A continuación unos datos sobre estos medicamentos (obtenidos de la Academia Americana de Pediatría y la Administración de Medicamentos y Alimentos en Estados Unidos):
- Las botellas de los jarabes contra la tos son fáciles de abrir y tienen buen sabor por lo que los niños las ingieren accidentalmente. Hay una gran cantidad de consultas al pediatra por ingestas accidentales de estas medicinas.
- No todos los medicamentos contra la tos tienen estudios adecuados en niños. Han sido utilizados en adultos, pero la seguridad de algunos no ha sido probada en niños. Recuerde que los niños NO son adultos pequeños, por lo tanto no pueden usar los mismos tratamientos.
- Muchos de estos medicamentos no disminuyen la duración ni la severidad de los síntomas por el contrario agregan un riesgo extra al niño por los efectos secundarios que pueden tener. Sobretodo es de especial cuidado en los menores de 2 años.
- No hay recomendaciones precisas para niños entre 2 y 11 años por lo que también se deben mantener bajo vigilancia.
- Algunos de estos medicamentos se han asociado con frecuencia cardiaca acelerada, alteración del nivel de conciencia, convulsiones y hasta la muerte dado que se utilizan indiscriminadamente y sin indicación médica.
Las recomendaciones más importantes que deben seguir los padres sobre los medicamentos contra la tos son:
- Recuerde que TODOS los medicamentos deben guardarse lejos del alcance de los niños para evitar ingesta accidentales.
- Los remedios descongestionantes, mucolíticos, expectorantes, antihistamínicos y antitusivos están incluidos en la lista de medicamentos que deben ser evitados en niños menores de 2 años.
- En caso que los receten a su hijo se deben utilizar a la dosis indicada y por el tiempo sugerido por el médico.
- No hay que darle medicamentos de adultos a los niños.
- Comprender que estos medicamentos NO curarán ni reducirán la duración de un resfrío común.
- Revisar la etiqueta de "Información del medicamento" para saber qué ingredientes activos contiene el producto, ya que muchos productos para la tos y el resfriado de venta sin receta médica contienen múltiples ingredientes activos. No use dos medicinas al mismo tiempo que contengan los mismos ingredientes (o de la misma familia) dado que esto potencia su efecto y podría llevar a efectos adversos.
- Usar sólo las cucharas o tazas de medida que vienen con el medicamento o las que son hechas especialmente para medir medicamentos.
- No use medicamentos antihistamínicos si el niño está muy somnoliento o con alteración del estado de conciencia, es mejor consultar al médico.
- En caso de dudas se recomienda comunicarse con un médico para analizar la forma de tratar a un niño que tiene tos o un resfrío.
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